En este primer día -tras la lectura del Evangelio- nuestro Director Espiritual, D. Gabriel Sánchez, se dirigió a los hermanos y devotos presentes en una breve disertación sobre el significado de pertenecer a una Hermandad. Así, comentó que no se debe pertenecer porque "me toca", me sobra tiempo, no sé cuál es mi sitio en la Iglesia y quiero probar...
Pertenecer a una Hermandad es pertenecer a la misma Iglesia. Las Hermandades aparecen en los siglos XIII y XIV con los gremios de trabajadores: se buscaba a través de ellas una cama en un hospital, el sustento y la celebración de misas tras la muerte. [...] Por tanto, lo de sacar un paso a la calle llega al final de este proceso.
Pertenecemos a una Hermandad porque estamos vocacionados a ella. [...] Hay que crear una Hermandad unida (como debe estarlo la familia). [...] Según las Reglas, por la Hermandad se da culto a Dios a través de las imágenes.
La Hermandad es como la tierra: un préstamo recibido que hemos de dejar a nuestros hijos; es patrimonio de la Iglesia. [...] Nos animan a trabajar para ser hermanos la caridad, la formación y el culto.
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