Una forma de acercamiento de los niños a nuestra Hermandad y a la devoción a sus
Sagrados Titulares es a través del grupo de acólitos o monaguillos que anteceden los pasos en la
Estación de Penitencia del Sábado Santo. Así, cada año doce pequeños tienen el privilegio de anunciar la llegada a nuestro puesto de espectadores del
Santísimo Cristo de las Aguas y de
Nuestra Señora de los Dolores mediante los ciriales, la naveta y el incensario. Doce niños (y niñas) a los que nuestras hermanas
Marian Arcos o
María José Chaves -entre otras- miman desde que llegan a la iglesia parroquial para vestir sus hábitos hasta que se marchan a casa tras finalizar la procesión.
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Por cierto, aprovechando este medio de comunicación, invitamos a todos los chavales que quieran acompañar a nuestras Sagradas Imágenes para que se pongan en contacto con la Junta de Gobierno a fin de ir ultimando poco a poco la organización de nuestra ya inminente Estación de Penitencia.
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