La familia es el pilar de nuestras vidas. Una persona sin familia es una persona sin raíces. El mismo Jesús tenía familia. [...] Uno de los dramas de la sociedad actual es dar de lado a la familia. [...] El trauma adolescente de no haberse sentido querido por una familia no desaparece nunca.
Algunos elementos negativos de la familia hoy en día son: la falta de respeto de los hijos hacia los padres; la mutación de los valores (el niño manda más que los padres); la falta de amor, que es el que debe unir a la familia; el pensar que una familia está para recibir y no para dar; la violencia familiar, que no tiene por qué ser sólo física, sino también moral.
No podemos vivir sin familia: nuestros padres son para siempre aquí y en el cielo. [...] Que sepamos vivir en la familia y crezcamos en amor y respeto.
Nuestro capítulo de agradecimientos está dedicado hoy a los monaguillos de la parroquia (Álvaro, Francisco José, Jesús y Sergio) por su trabajo de asistencia en nuestros cultos cuaresmales.
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