Sasha, bendita locura

Hoy hace una semana que Sasha llegó a nuestra casa y a nuestras vidas. Cuando llegó a la casa de Hermandad de la Sagrada Cena, sobre las dos y media de la madrugada, estaba muy asustado (y nosotros también); en ningún momento habló nada, ni con nosotros ni con la monitora del grupo. Después de las presentaciones y acogida por parte de la Hermandad de la Cena y acompañados por nuestro Hermano Mayor, Manuel Chaparro, Rafi, Rafa Perelló, José Ramón, José Ramón jr. y yo cogimos a Sasha de la mano y nos fuimos a recoger los coches para venirnos a Guadalcanal. Os podéis imaginar lo que se le pasaría por la mente al pobre chiquillo: "¿Dónde me llevará esta gente que está tan contenta conmigo? Estoy que no me tengo después de cinco horas en un avión, haber dejado a mis padres y hermanos a muchos kilómetros, y de no saber adónde voy". Menos mal que se durmió en el coche y el viaje lo hizo bien.

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Al día siguiente todos estábamos ansiosos porque Sasha se despertara y ver su reacción; sobre la una y media me decidí a despertarlo ya que su madre estaría ansiosa por recibir la llamada telefónica de su hijo y saber de él. Así que, diccionario en mano, los niños y yo fuimos a despertarlo; con señas le dijimos que hablara con su mamá y, claro, como es normal, en cuanto escuchó la voz de su madre se puso a llorar. Cuando terminó de hablar empezamos a enseñarle la casa, las tortugas y la ardilla Flapi, y al momento empezó a sonreír. Esta misma tarde llamamos por teléfono a la monitora para que pudiera hablar con él y le contara si estaba bien o no, y según nos dijo Irina, le había dicho que estaba muy bien y que tenía dos hermanos españoles y una ardilla...
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Después de una semana, Sasha es un miembro más de la familia Muñoz; come de todo y mucho más, juega en El Palacio, le encanta bañarse aunque no sabe nadar, habla un poco de español y nos entendemos perfectamente con él (claro que con José Ramón jr. y Marta como intérpretes, como para no entendernos...); al tito Rafa y a la tita Puri, cuando los ve, se le ilumina la cara.

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Desde aquí dar las gracias a nuestro Diputado de Caridad, Manolo Rincón, por haber puesto en nuestras vidas a esta "bendita locura".

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LOLI.

Texto remitido por María Dolores Llanos. Gracias a vosotros: el mérito, el valor, el esfuerzo, la dedicación, la generosidad, el CARIÑO... todo es vuestro. Que Dios os lo pague.