Reflexión sobre el Evangelio según san Juan (8, 1-11) para el V Domingo de Cuaresma. Pulsad sobre la imagen para descargar el archivo.
.
Me siento abatido, Dios de mi alma, por el peso de mi pecado, de mis tibiezas y falta de caridad fraterna. Sé que no soy digno de acercarme a Ti, pero mi alma necesita asirse a tu Presencia benéfica. Déjame estar en Ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario