Y sucedió que, mientras estaban allí, se le cumplieron los días del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no había sitio para ellos en la posada. (Lc 2,6-7)
Que el Santísimo Cristo de las Aguas y su Bendita Madre, la Santísima Virgen de los Dolores, nos colmen de lo necesario para que durante estas fiestas y todo 2008 seamos capaces de vivir en armonía, solidaridad, disponibilidad, paz, amor... Que Emmanuel, Dios con nosotros, esté siempre presente en nuestras obras, en nuestros pensamientos y en nuestras vidas. ,
¡ FELIZ NAVIDAD !
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