Cumpliendo uno de los fines primordiales de nuestra Hermandad -la caridad- convertimos la solidaridad y el amor al prójimo en protagonistas de la Estación de Penitencia. Así, siguiendo el ejemplo de nuestro Cardenal -secundado también en nuestro pueblo por la Hermandad del Santo Entierro-, durante todo el recorrido una vela del paso de palio -la primera de la derecha, visto de frente- lució con la leyenda Una estrella para la vida como muestra de reconocimiento y homenaje a los donantes de órganos. .
Por otra parte, por tercer año consecutivo, condujimos a un grupo de mayores de la residencia Hermana Josefa María para ver la salida de nuestros Sagrados Titulares. Acompañado por nuestros hermanos Encarni Galván, Rafi Nieto, Juan Antonio Escote y Alfonso Carlos López, compartimos con ellos la emoción de la aparición en la plaza -seis en punto de la tarde- del Santísimo Cristo de las Aguas y de Nuestra Señora de los Dolores. Los capataces tuvieron el detalle de girar los pasos hacia ellos que, en agradecimiento, ofrecieron como regalo sendos ramos de flores. Momentos tiernos, entrañables, llenos de humanidad y cariño; no en vano Charitas Christi urget nos ("el amor de Cristo nos impulsa").
Por otra parte, por tercer año consecutivo, condujimos a un grupo de mayores de la residencia Hermana Josefa María para ver la salida de nuestros Sagrados Titulares. Acompañado por nuestros hermanos Encarni Galván, Rafi Nieto, Juan Antonio Escote y Alfonso Carlos López, compartimos con ellos la emoción de la aparición en la plaza -seis en punto de la tarde- del Santísimo Cristo de las Aguas y de Nuestra Señora de los Dolores. Los capataces tuvieron el detalle de girar los pasos hacia ellos que, en agradecimiento, ofrecieron como regalo sendos ramos de flores. Momentos tiernos, entrañables, llenos de humanidad y cariño; no en vano Charitas Christi urget nos ("el amor de Cristo nos impulsa").
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