Impresionante tarde-noche de emociones (lagrimas incluidas) la que vivimos ayer con motivo de la llegada a Sevilla de los niños bielorrusos. No tengo palabras para relatar aquí lo vivido por todos, tanto padres de acogida como por los demás que les acompañábamos, donde todos vimos orgullosos culminado el trabajo y la ilusión de todo un año para que esto sea realidad por segundo año consecutivo en nuestra Hermandad.
Como todos ya sabréis, este año son tres los niños que nuestra Hermandad acoge, el ya “veterano” Sasha, que nada más llegar ya nos volvió a cautivar a todos con su constante sonrisa y alegría y comenzó a hacer de las suyas en la misma puerta de la Casa Hermandad de la Cena, encaramándose a lo alto de un naranjo, en complicidad con su ya “viejo amigo” Josera; su hermana Caralina, una niña guapísima y de apariencia muy buena y Pavel igualmente guapísimo y con cara de niño noble, a la vez que travieso, el cual venia un poco indispuesto después del largo viaje, pero que ya se encuentra prácticamente recuperado, según me ha comentado esta mañana su madre de acogida Mariluz.
Desde aquí quiero dar las gracias a todos los padres de acogida por el enorme esfuerzo que realizan para que esto sea una realidad, deseándoles que el Santísimo Cristo de las Aguas y su bendita madre de los Dolores les ayuden y les acompañen para que hagan la estancia de estos tres “hermanos blancos” en Guadalcanal lo más feliz posible.
No quiero extenderme más, ya que nuestro “cronista oficial” Manuel Rincón (¡¡que lagrimas mas sinceras brotaban de tus ojos anoche, amigo Manuel¡¡), estoy seguro que cuando se recupere de las emociones y llegue a Guadalcanal nos deleitará como nos tiene acostumbrado con una crónica de todo lo vivido anoche.
Un fuerte abrazo para todos.
Manuel Chaparro.
Como todos ya sabréis, este año son tres los niños que nuestra Hermandad acoge, el ya “veterano” Sasha, que nada más llegar ya nos volvió a cautivar a todos con su constante sonrisa y alegría y comenzó a hacer de las suyas en la misma puerta de la Casa Hermandad de la Cena, encaramándose a lo alto de un naranjo, en complicidad con su ya “viejo amigo” Josera; su hermana Caralina, una niña guapísima y de apariencia muy buena y Pavel igualmente guapísimo y con cara de niño noble, a la vez que travieso, el cual venia un poco indispuesto después del largo viaje, pero que ya se encuentra prácticamente recuperado, según me ha comentado esta mañana su madre de acogida Mariluz.
Desde aquí quiero dar las gracias a todos los padres de acogida por el enorme esfuerzo que realizan para que esto sea una realidad, deseándoles que el Santísimo Cristo de las Aguas y su bendita madre de los Dolores les ayuden y les acompañen para que hagan la estancia de estos tres “hermanos blancos” en Guadalcanal lo más feliz posible.
No quiero extenderme más, ya que nuestro “cronista oficial” Manuel Rincón (¡¡que lagrimas mas sinceras brotaban de tus ojos anoche, amigo Manuel¡¡), estoy seguro que cuando se recupere de las emociones y llegue a Guadalcanal nos deleitará como nos tiene acostumbrado con una crónica de todo lo vivido anoche.
Un fuerte abrazo para todos.
Manuel Chaparro.
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