Desde hace más de un año existe un grupo de Camareras de la Virgen en nuestra hermandad al que debemos agradecer su dedicación porque en este tiempo han logrado los objetivos que se propusieron al empezar este proyecto, proporcionar a Nuestra Madre un espléndido ajuar de capilla, para su lucimiento durante todo el año. Hasta ahora, ya ha estrenado dos sayas y un manto además de algunos encajes y cinturilla. También se le ha confeccionado otra saya aún sin estrenar y un juego completo de ropa interior. Se ha contado en todo momento con la colaboración del vestidor de Ntra. Sra. de los Dolores, D. Miguel Ángel León Morán, que además le regaló el manto y una de las sayas.
Todo se ha llevado a cabo gracias a la colaboración de estas hermanas que desinteresadamente se comprometieron a pagar una cuota de dos euros a la semana y que por el momento van a continuar mientras se cumplen nuevos proyectos. Pero la aportación económica no es más importante que el compromiso que han adquirido con la Virgen de los Dolores y con nuestra querida Hermandad. Es nuestro deseo que el grupo se mantenga en el tiempo, que sea una referencia a la hora de llevar una vida de Hermandad, que sea un apoyo en el trabajo que conlleva durante todo el año salir a la calle el Sábado Santo y en definitiva que siga como hasta ahora, con esa ilusión y esas ganas.
Desde aquí me gustaría animar a todas aquellas mujeres que lo deseen a participar en este grupo de Hermanas Camareras, que sea un punto de encuentro para todas las hermanas y una forma distinta y activa de colaborar en Nuestra Hermandad.
Todo se ha llevado a cabo gracias a la colaboración de estas hermanas que desinteresadamente se comprometieron a pagar una cuota de dos euros a la semana y que por el momento van a continuar mientras se cumplen nuevos proyectos. Pero la aportación económica no es más importante que el compromiso que han adquirido con la Virgen de los Dolores y con nuestra querida Hermandad. Es nuestro deseo que el grupo se mantenga en el tiempo, que sea una referencia a la hora de llevar una vida de Hermandad, que sea un apoyo en el trabajo que conlleva durante todo el año salir a la calle el Sábado Santo y en definitiva que siga como hasta ahora, con esa ilusión y esas ganas.
Desde aquí me gustaría animar a todas aquellas mujeres que lo deseen a participar en este grupo de Hermanas Camareras, que sea un punto de encuentro para todas las hermanas y una forma distinta y activa de colaborar en Nuestra Hermandad.
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