A las 5.30 h de la tarde hemos recibido un mensaje de Adolfo, Diputado de Caridad de la Hdad. de la Sagrada Cena, en el cual nos dice: "los niños han llegado a Bielorrusia y ya estan con sus familias", ahora ya podemos estar tranquilos.
Como dice nuestro Hermano Mayor, esta mañana hemos vivido momentos muy emotivos, cargados de lágrimas y despedidas, creo que si la primera vez que escuché hablar del Programa de Acogida me hubieran hablado del vacío y de la tristeza del día de la despedida quizás me lo hubiera pensado... o no, es bueno llorar de vez en cuando, sobre todo porque cuando pasen unos días se pasara y nos quedaran los recuerdos de los días pasados con los niños, de lo que han disfrutado ellos y nosotros.
Estoy segura que con estos 40 días su salud se ha fortalecido un poco más y están listos para pasar el duro invierno que les espera; nos contaba Sasha que el pasado invierno habían estado a 27º bajo cero. Nuestro sol, los baños y sobre todo la alimentación contribuirán a ello.
Desde aquí quiero dar las gracias en primer lugar a las familias de acogida, por sus desvelos con los niños, el cariño que les dan haciéndoles sentir uno más en su familia, por la responsabilidad que conlleva la acogida de los niños y por todos los regalos que llevan en las maletas, maletas que van siempre pasadas del peso permitido.
Desde aquí quiero dar las gracias en primer lugar a las familias de acogida, por sus desvelos con los niños, el cariño que les dan haciéndoles sentir uno más en su familia, por la responsabilidad que conlleva la acogida de los niños y por todos los regalos que llevan en las maletas, maletas que van siempre pasadas del peso permitido.
También dar las gracias a los amigos, abuelos, tíos y primos por sus regalos, no hace falta poner nombres, pero estoy segura que cuando los saquen de las maletas les diran a sus padres: "esta bolsa tan grande de gominolas me la regaló... y estas botas... y estos calcetines... y estas chuches... y las pipas grandes... y este chaquetón... y muchas cosas más". De verdad gracias a todos, nos os podeis imaginar la ilusión que les hace a ellos, con qué poco podemos hacer felices a los demás, esto también es "verdadera caridad", ¿verdad, Rafi?
Para terminar, no puedo olvidarme de nuestro Hermano Mayor, muchas gracias por todo, no hace falta poner nada más, porque has estado para todo, de verdad gracias.
Solo me queda decir que un año más misión cumplida y ahora a esperar la cuenta atrás para volver a abrazar a nuestros niños.
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