Reflexión sobre el Evangelio según san Lucas (6, 17.20-26) para el VI Domingo del Tiempo Ordinario. Pulsad sobre la imagen para descargar el archivo.
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¡Cuántas veces, Dios, no te comprendo! Me resulta casi todo tan misterioso que tengo la tentación de sucumbir bajo el yugo de la apatía o la negación. Pero en mi fragilidad te siento presente, compañero de fatigas, aliento y consuelo.
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