
Los niños y niñas de nuestra Hermandad volvieron a representarnos más que dignamente, con un paso que bien podríamos calificar de "barco" -por su peso y dimensiones- y en el que no faltaba ningún detalle. En esta ocasión la capataz -me gusta más este término que "capataza", puesto que en masculino no es "capatazo"- era nuestra polifacética Belén Blanco, a la que podemos encontrar en multitud de actividades culturales a lo largo del año, lo cual nos produce una especial satisfacción.

Tras su salida de la Residencia Hermana Josefa María fueron, por la plaza de España, hasta la iglesia parroquial donde nuestro Párroco bendijo cada paso; posteriormente todos recibieron un trofeo -una cruz- diseñado por el Proyecto Ribete así como una suculenta merienda ofrecida por el Excmo. Ayuntamiento. La Hermandad de la Vera Cruz también ofreció un donativo para cada cruz participante.

En las fotografías inferiores os ofrezco otros detalles del paso de la cruz de mayo, ya que en la presentación de hace unos días no se aprecian debidamente.



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