Ya han pasado unos pocos días pero aún tenemos fresco el recuerdo del maravilloso Sábado Santo de este año 2007.
Todos coincidimos que este año hemos tenido una Estación de Penitencia estupenda. A ello posiblemente haya contribuído la angustia que nos deparó el clima de toda la mañana y buena parte de la tarde. Pero finalmente, gracias a Dios, pudimos salir a la calle sin problemas aunque recortando un par de calles nuestro recorrido.
Así, después de tanto mirar al cielo, por fin a las seis de la tarde se abría la puerta de la Iglesia y nos esperaba Guadalcanal.
Dentro del paso del Santísimo Cristo de las Aguas vivimos una jornada muy buena. Se trabajó mucho y bien y tuvimos tiempo para todo incluyendo, cómo no, un emocionado recuerdo a nuestro siempre presente Plácido Cote.
Un año más hemos cumplido con nuestra obligación y con nuestra devoción. Solamente espero que el año que viene estemos todos junto de nuevo. Que así sea y que Dios lo permita.
PD: Es un gustazo ver cómo el blog está tan concurrido estos días. A ver si entre todos seguimos escribiendo de vez en cuando y no le dejamos todo el trabajo al gran Manolo Rincón.
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