Quiero felicitar a toda la Junta de Gobierno por la magnífica Estación de Penitencia de la que hemos disfrutado el pasado Sábado Santo.
Desde fuera parece todo fácil pero creo que hay que felicitar a los que montan, preparan, cuidan, desmontan, organizan y trabajan para que todo salga como finalmente ha salido. Recordar, además, de nuevo, a los que a lo largo del tiempo han conseguido que esto haya sido posible y cuya herencia estamos viviendo. Creo que todos durante la Estación de Penitencia de este año hemos llevado a Plácido Cote en nuestra mente.
Desde fuera parece todo fácil pero creo que hay que felicitar a los que montan, preparan, cuidan, desmontan, organizan y trabajan para que todo salga como finalmente ha salido. Recordar, además, de nuevo, a los que a lo largo del tiempo han conseguido que esto haya sido posible y cuya herencia estamos viviendo. Creo que todos durante la Estación de Penitencia de este año hemos llevado a Plácido Cote en nuestra mente.
Mi vivencia debajo de paso ha sido también mejor que en los años anteriores, tanto desde el punto de vista de trabajo y reparto de la carga del peso como, fundamentalmente, por los momentos vividos, algunos absolutamente emocionantes e irrepetibles.
Desde luego me pierdo muchos momentos de la Hermandad en la calle, pero para eso está la información detallada y precisa que nos está dando Manolo Rincón a través de este Blog y al que particularmente felicito y agradezco. Un detalle estupendo el tenido con las personas de la Residencia que se debe convertir en tradición.
Os dejo varias fotos, una de los momentos previos a la salida, otra de la entrada de la Virgen (ya dentro de la iglesia) y dos más del momento curioso (por no llamarlo de otra forma) del coche aparcado en el trayecto de la Hermandad.
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