Reflexión sobre el Evangelio según san Juan (10, 27-30) para el IV Domingo de Pascua. Pulsad sobre la imagen para descargar el archivo.
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El Padre, Tú y yo, conformamos una trinidad forjada en el amor. Que nunca me falte, Señor, esta capacidad para sentirme inmerso en el mar de la divinidad, máxime, cuando afloren las dificultades.
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