“Yo me visto de nazareno. ¿Y tú?”. Ese podría ser un buen lema para potenciar la salida de los hermanos y devotos de la Cofradía vistiendo la túnica blanca de nuestra Corporación en la tarde-noche del Sábado Santo por las calles de Guadalcanal, acompañando los pasos del Santísimo Cristo de las Aguas y de Nuestra Señora de los Dolores.
Ya nuestras Reglas nos dicen que Siendo uno de los fines primordiales de nuestra Hermandad el culto público al Santísimo Sacramento y a nuestras Sagradas Imágenes, la asistencia a los mismos es una obligación y un deber irrenunciable para todos los hermanos.
¡Qué bonito sería ampliar el número de hermanos y hermanas que realizan cada año su Estación de Penitencia!
Me consta que por parte de las colaboradoras de la Hermandad se siguen confeccionando túnicas para los hermanos más pequeños, el futuro de nuestra Institución. Para los mayores, creo que en breve podrán ser alquiladas. Pero, ¿por qué no una túnica propia, hecha para nosotros, a la que mimar con cariño y tener ya preparada en cuanto empieza la Cuaresma?
Incluso estéticamente, con un mayor número de nazarenos (y más si estos fueses vestidos con la túnica del tramo de Virgen) se ampliaría la distancia entre los pasos y la Cofradía luciría con más esplendor.
Desde mi punto de vista, un miembro de una Cofradía que no se viste de nazareno no “vive” ese sentido penitencial con el que, cada año, se sale a la calle. Personalmente, al ir casi siempre como Diputado de tramo por mi pertenencia a la Junta de Gobierno no puedo realizar la Estación de Penitencia con el recogimiento y la meditación que yo quisiera; por eso, también casi todos los años, la hago más íntima con mi túnica de “los blancos” y representando corporativamente a nuestra Hermandad en la Procesión del Santo Entierro.
Por tanto, desde aquí hago mi modesto llamamiento para que este año seamos más los nazarenos y nazarenas conformando los tramos de nuestro discurrir por Guadalcanal el Sábado Santo, para que en verdad sea la nuestra una auténtica ESTACIÓN DE PENITENCIA.
Ya nuestras Reglas nos dicen que Siendo uno de los fines primordiales de nuestra Hermandad el culto público al Santísimo Sacramento y a nuestras Sagradas Imágenes, la asistencia a los mismos es una obligación y un deber irrenunciable para todos los hermanos.
¡Qué bonito sería ampliar el número de hermanos y hermanas que realizan cada año su Estación de Penitencia!
Me consta que por parte de las colaboradoras de la Hermandad se siguen confeccionando túnicas para los hermanos más pequeños, el futuro de nuestra Institución. Para los mayores, creo que en breve podrán ser alquiladas. Pero, ¿por qué no una túnica propia, hecha para nosotros, a la que mimar con cariño y tener ya preparada en cuanto empieza la Cuaresma?
Incluso estéticamente, con un mayor número de nazarenos (y más si estos fueses vestidos con la túnica del tramo de Virgen) se ampliaría la distancia entre los pasos y la Cofradía luciría con más esplendor.
Desde mi punto de vista, un miembro de una Cofradía que no se viste de nazareno no “vive” ese sentido penitencial con el que, cada año, se sale a la calle. Personalmente, al ir casi siempre como Diputado de tramo por mi pertenencia a la Junta de Gobierno no puedo realizar la Estación de Penitencia con el recogimiento y la meditación que yo quisiera; por eso, también casi todos los años, la hago más íntima con mi túnica de “los blancos” y representando corporativamente a nuestra Hermandad en la Procesión del Santo Entierro.
Por tanto, desde aquí hago mi modesto llamamiento para que este año seamos más los nazarenos y nazarenas conformando los tramos de nuestro discurrir por Guadalcanal el Sábado Santo, para que en verdad sea la nuestra una auténtica ESTACIÓN DE PENITENCIA.
1 comentario:
¡Cuanta razón tienes Manolo!
Yo no entiendería un Sábado Santo (antes el Viernes Santo) sin salir de nazareno o de costalero. Mientras las fuerzas aguanten espero seguir saliendo de costalero pero, en cuanto dejara el costal guardado en un cajón con todo el dolor de mi corazón, volveré a ponerme la túnica blanca con la misma ilusión que me la ponía cuando era un niño.
Mientras tanto, si Dios quiere, un año más volveré a salir de nazareno en la Procesión del Santo Entierro y volveré a tener el honor de representar a nuestra Hermandad en tu compañía.
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