Quiero pedir disculpas a nuestro hermano Miguel Ángel Ruiz López por no haber publicado antes el texto que leyó en la última Convivencia de Hermandad celebrada en la ermita de Guaditoca, si bien es verdad que llegó a nuestro correo electrónico a finales de año. Solventamos el error dándolo a conocer seguidamente:
Siempre tengo las manos de los míos esperando las mías.
LA LEVANTÁ
Dicen que son los artífices de la Semana Santa.
Dicen que llevan a Dios en el costal.
Dicen que son portadores de Fe.
Dicen que catequizan por las calles de Sevilla.
Dicen que con su andar detienen la Pasión de Cristo.
Dicen que son capaces de hacer tambalear los cimientos de una Hermandad.
Dicen que han cambiado la historia de algunas de ellas.
Dicen que obedecen a una sola voz.
Dicen que, debajo, la amistad se forja a golpe de chicotá.
Dicen que se lo tienen creído.
Dicen que lloran a veces como niños.
Dicen que les manda el corazón más que la fuerza.
Dicen, dicen, dicen... qué fácil es lanzar las campanas al vuelo, sin profundizar en la verdadera identidad del costalero, sin tener en cuenta la sensibilidad del cometido que desempeña y al final, se llega a la conclusion de que:
El mundo del costal es una filosofia basada:
En una entrega absoluta.
En una llamada inexplicable.
En una incógnita del deseo.
En pensar que, a pesar del esfuerzo, se recibe más que se da.
En una Fe inquebrantable.
En una verdad constratada.
En una creencia que mueve el eje de la Semana Santa.
En... sudor, sacrificio, lágrimas, confidencias, abandonos, reflexión, carisma, amistad, obediencia, renuncias, alegrías, orgullo, ilusión, soledad, motivación, respeto, complicidad, entendimiento.
El caminar se inicia de levantás, que según la definición popular es el espacio de tiempo que va desde la llamada del capataz hasta la caída del paso sobre la cerviz del costalero y así iniciar el movimiento.
Levantás que reavivan la Fe.
Levantás que ilusionan al espiritu.
Levantás que te hacen vulnerable.
Levantás que te invitan a la humildad.
Levantás que necesitan la ayuda de los demás.
Levantás que te llevan a un entendimiento de tus debilidades.
Levantás que alivian el peso de la Cruz.
Todo esto y más representa para GUADADALCANAL, sabia y universal, la figura única del Costalero.
¡Costalero! déjame seguir recreando la mirada en la belleza que sabes realzar por las calles.
¡Costalero! lleva a Cristo sobre los pies, de costero a costero, con paso largo pero llévalo.
¡Costalero! mécela dulcemente, que no pierda su pañuelo, que el aire no cuaje sus lágrimas, mécela que está cansada.
¡Costalero! sigue oyendo nuestras plegarias tras los faldones, sé que lloras muchas veces cuando traspasan el terciopelo.
¡Costalero! esta persona se inclina este día ante ti, brindándote estas palabras a golpes de chicotás, arriando el paso a las plantas del señor para que no nos falte el resquicio de su ventana.
Costaleros espero que entendáis mi mensaje, vuestros besos, vuestra efusión en los encuentros, vuestro respeto al capataz. Sois una raza que sabe mantener muy alto el sentido del honor y del deber, que a fuerza de ser auténticos entregan lo mejor de sí mismos.
¡Que mueren por vivir el costal y viven para morir en las trabajaderas al lado de Cristo!
¡Que mueren en cada salida y viven para hacer la siguiente!
¡Que mueren con Cristo y viven para cristo en los brazos de María!
Si no sientes todo esto, saca los pasos que quieras pero no digas que eres costalero.
Qué me gusta un costalero junto a la trabajadera, el costal bien apretado, la faja en su sitio puesta, andando sobre los pies, las manos en la madera, la mirada siempre al frente como miran los valientes con lealtad y firmeza, esto no es cosa de hoy esto será de mañana y lo ha sido desde siempre, que los pasos no andan de otra manera, que no sea con una cuadrilla de costaleros que brillan junto a la trabajadera y oyen otra voz que la que quieren oír, la voz de su capataz al que seguirían a ciegas, tirara por donde quiera y el timpo que hiciera falta que al costalero le sobran agallas para llevar a su Virgen por Guadalcanal y le sobra lealtad, le sobra categoría, fuerza, amistad, armonía, carisma, ilusión y ganas y no le digas que cambie el costal por la corbata, que él prefiere alpargatas para caminar en silencio, llevando a un Cristo muerto y que no se entere nadie, que el mundo del costal tiene por escudo y por bandera llevar la Fe por debajo para que luzca por fuera.
Y para finalizar quiero dar las gracias a la Hermandad de Las Tres Horas por esta oportunidad que me ha concedido.
Fdo.: MIGUEL ÁNGEL RUIZ LÓPEZ DE CHAVES.
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