Me gustaría aprovechar este medio para dar la enhorabuena a todos los componentes de nuestra querida Hermandad de Las Tres Horas por la magnífica Estación de Penitencia que pudimos disfrutar el pasado Sábado Santo. Lo hago extensivo a los que hicieron posible que vivamos una tarde tan esperada por nosotros después de las decepciones de los últimos años a causa del tiempo. Gracias a los capataces y contraguías por guiar al Santísimo Cristo de las Aguas y Nuestra Señora de los Dolores por las calles de nuestro pueblo de forma magistral, emocionándonos a todos los que los acompañábamos; gracias a los costaleros por llevar sobre sus hombros Nuestros Titulares de tal forma que al contemplar cómo avanzaban poco a poco, con enorme elegancia, sobriedad y seguridad, nos han hecho recordar por qué estábamos en la calle, para dar público testimonio de fe y sentirnos más cerca de Jesús en nuestra Estación de Penitencia. Gracias a las bandas de música por engrandecer el caminar de los pasos con esos maravillosos sones y tan bien interpretados. Gracias a todo el público que estuvo presente en todas las esquinas de nuestro pueblo, viviendo momentos de auténtica bulla cuando la Virgen de los Dolores pasaba por Juan Carlos I y recibía la lluvia de pétalos, en la Concepción donde la Hermandad se emociona al recordar y añorar su antiguo templo y en definitiva en el resto del recorrido, mostrando su sincero reconocimiento en forma de aplauso. Gracias a las saetas que inspiran devoción a nuestras Sagradas Imágenes. A los nazarenos, que acompañan con su silencio caminar y sobre todo a los pequeños nazarenos que para nosotros son importantísimos porque representan nuestro futuro. En definitiva, gracias y enhorabuena a todos por hacernos vivir un gran Sábado Santo para nuestra hermandad de los blancos.
Igualmente quisiera agradecer a todos los que nos ayudan en las tareas de montaje y desmontaje de pasos, en la organización de la Estación de Penitencia, preparativos para la misma y demás gestiones relativas a la Casa Hermandad.
También quiero agradecer a nuestro Director Espiritual por su total colaboración durante estos días, a sabiendas de las molestias propias en los preparativos de pasos que se pueden ocasionar a la Parroquia y por animarnos e implicarnos en nuestra obligación de participar en la celebración del Triduo Pascual, la fiesta por excelencia de todos los cristianos.
María José Chaves Romero
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